¿Es posible tener esa sensación de que tu piel está mejor que nunca después de estos días de confinamiento? Puede ser, sobre todo en esos casos en los que la piel se siente liberada de los excesos de maquillaje diarios, de la exposición a fuentes de contaminación y, algo muy importante, al estrés. Algunos trabajos tienen una carga añadida de estrés no solo por la tensión en el trabajo realizado sino también por los madrugones, las horas restadas al sueño y las preocupaciones que se reflejan de manera directa en nuestra piel. ¿Otros factores que pueden ayudar?, te los contamos para que tú también los pongas en práctica en caso de que no lo hayas hecho todavía Conseguirás una piel sana y luminosa durante la cuarentena.
El confinamiento pondrá a prueba nuestra piel, por ello aprovecha este periodo para cuidar al máximo tu salud
1. Exfoliar rejuvenece. Ayudar a la piel a desprenderse de las células muertas y facilitar que las más jóvenes afloren con toda su energía es el principal objetivo. Hay muchas formas de realizarse una exfoliación casera, tanto facial como corporal. Con cosas que tenemos a manos puedes prepararla. Solo tienes que mezclar un puñado de sal gorda con unas gotas de aceite vegetal y dos o tres de aceite esencial de lavanda o rosa mosqueta. Aplícalo sobre la piel húmeda y realiza movimientos circulares de abajo a arriba. Comienza siempre por los tobillos e insiste en las zonas más rugosas. Detente de manera especial en rodillas y codos. Después, aclara con agua tibia y no enjabone. Para el rostro, el azúcar es tu gran aliado. Es tan sencillo como mezclar dos cucharadas de azúcar de grano fino con una de aceite de oliva y masajear sobre el cutis húmedo, retirar con agua tibia y aplicar el sérum y tu crema habitual. La exfoliación, utilizada de manera constante, una vez a la semana en el rostro y cada quince días en el cuerpo, es también un recurso que además de retirar las células muertas, elimina impurezas, limpia y reduce el tamaño del poro, lucha contra las manchas y pequeñas arrugas y combate los efectos de la contaminación. No olvides que, además, de estimula la microcirculación sanguínea que potencia el mejor funcionamiento de las células epidérmicas. Pronto notarás tu piel sana y luminosa.
2.Adiós bolsas y ojeras. Si estás durmiendo mejor y el tiempo que tu cuerpo y tu piel necesitan, estarás notando que tienes mejor cara que antes. Si, a pesar de todo, las bolsas siguen siendo uno de tus puntos débiles, prueba este truco: drenar es la clave. En casa, lo ideal es aplicarse un contorno de ojos con principios activos que activen la microcirculación. Aplícalo con un leve topping que debes realizar con las yemas de los dedos. Una rodaja de pepino, rico en vitamina E, es otro gran recurso para bajar la hinchazón. En ambos casos, que el producto esté fresco, es de gran ayuda. ¿Otro truco? Los finlandeses utilizan piedras basálticas para rejuvenecer la mirada. Las enfrían en el congelador y se las aplican como una mascarilla durante unos 15 minutos, hasta que el calor corporal las calienta. Una terapia muy sencilla y con unos grandes resultados. Pronto sentirás, también en esta zona, la piel sana y luminosa.
Recuerda que nuestra Tienda Online sigue abierta y realiza tu pedido para que no te falta de nada en este periodo
3.Labios, la naturalidad manda. Para mantener la naturalidad del labio hay que tratar su piel y contorno utilizando un cosmético que hidrate. Hay que tener en cuenta que los gestos diarios dejan huella. Los más acostumbrados son los fumadores que tienen más propensión a padecer arruguitas peribucales. Para combatirlo puedes realizar un sencillo ejercicio: introduce los pulgares por el interior de la boca y con las yemas de los índices realiza pequeñas presiones a lo largo del labio superior. Por supuesto, es imprescindible hidratarlos las veces que sea necesario con una barra de color o con un bálsamo nutritivo. Una vez a la semana, conviene exfoliarlos con suavidad.
No te olvides de exfoliar e hidratar tus labios para que luzcan cuidados
4.Sumergirse en una bañera de espuma, con sales y unas gotitas de aceites esenciales. Todos podemos convertir la bañera en un pequeño SPA que nos ayude a relajar músculos, tensiones emocionales y combatir la fatiga. ¿Qué añadir al agua? Un chorrito de gel hidratante y un puñado de sales de baño. Finaliza el ritual incorporando unas gotas de un aceite vegetal de baño. Sumérgete de cuerpo entero y coloca sobre los ojos un antifaz (o unas rodajas de pepino). Prueba a aprovechar este tiempo y aplicarte también una mascarilla facial. Durante unos 10-15 minutos deja que el tiempo pase, sin más. Termina con una ducha de agua templada y el relax obtenido se reflejará en tu cuerpo, en tu mente y, por supuesto en tu piel sana y luminosa.
