Nos encantan esos rayos de sol que nos alegran un paseo por la ciudad o disfrutarlos mientras compartimos un momento de terraza entre amigos. Pero hay algo que no podemos descuidar ni olvidar: ese sol también provoca manchas, deshidratación, incluso quemaduras que pueden convertirse a la larga en algo más serio. Por eso, sea invierno, primavera, verano u otoño, te aconsejo, protégete del sol, para ello lo mejor es que sigas una rutina que proteja tu piel de los riesgos que conlleva también la vida diaria de ciudad.
Consejos para protegerte del sol
- Nunca salgas de casa sin aplicar protección solar en tu rostro. Es un hábito que debes adquirir y tan importante como el de tener una buena higiene dental. Además, no hay excusa porque si eres de las que te maquillas puedes optar por un producto que contenga factor de protección solar y evitar así un paso más y ahorrar tiempo. Es clave a cualquier edad, pero si además estamos hablando de una piel madura, recuerda que en esta etapa de la vida se convierten en una preocupación añadida. Clave elegir la más adecuada.
- Pide cita para resetear tu piel y realizar un peeling profesional que nos ayude a eliminar células muertas, a que nuestra piel respire y se oxigene mucho mejor. Especialmente atentas aquellas personas que tienen además la piel frágil y sensible. Solo una voz profesional podrá aconsejarte sobre cosmética y cuidados que tu piel necesita cuando se expone a los riesgos que se encuentra en la vida de ciudad.
- Como rutina cosmética, por la mañana además de un contorno de ojos que hidrate, difumine patas de gallo y mantenga a raya bolsas y ojeras, aplica un sérum que haga diana allí donde más lo necesites antes de tu crema. Los péptidos son magníficos aliados a esta edad ya que regeneran, restauran y potencian la creación de colágeno y elastina. A continuación, una crema que te ayude a recuperar el volumen y la densidad de la piel. Y antes de salir de casa, es importante, por la mañana, preparar la piel con antioxidantes. Aplicar, por ejemplo, ácido ferúlico que refuerza la barrera natural de la piel. Es además un magnífico antioxidante, que evita la deshidratación, y promueve la generación de colágeno y elastina.
- Si además realizas deporte al aire libre, recuerda que la radiación solar es una de las principales causas de la aparición de arrugas y una de las mayores fuentes de radicales libres. Y además nos exponemos también, en el caso de practicarlo en ciudad, a la contaminación que puede producir irritación, sequedad, manchas y pérdida de luminosidad. Si nos centramos en la zona periocular, la sequedad extrema y la aparición de los radicales libres envejecen de manera prematura esta zona aumentando las patas de gallo y acentuando las ojeras. Si no se presta además atención a repetir la rutina de protección solar, cuando estamos realizando deporte al aire libre, las manchas harán también su aparición. En estos casos emplea una protección solar indicada para la actividad deportiva.O lo que es lo mismo, que no sea aceitosa, ya que puede cerrar los poros e incluso propiciar la aparición de espinillas y granos. La principal diferencia surge con los deportes acuáticos en los que es más complicado reiterar la acción de la protección solar, en primer lugar, y en segundo lugar, por el contacto directo con el cloro y otros componentes químicos. En estos casos es clave emplear cosmética con efecto escudo para protegerla de todos esos agentes nocivos.
- ¿En cabina? Regálate un peeling con láser de carbono. Trabaja realizando a través de una mascarilla de carbono activo. Su objetivo es rejuvenecer, estimulando la creación de colágeno y elastina. Y además consigue difuminar manchas y arrugas en pocas sesiones espaciadas. Se consigue un rejuvenecimiento muy marcado y nos ayuda a mejorar el grosor de las fibras de colágeno ya existentes y estimular la generación de nuevas fibras. La mejor manera para preparar tu piel antes de las primeras exposiciones solares.
Esperamos que con estos consejos protegerte del sol sea una prioridad durante todo el año.
