Carmen Navarro y Maria Galland, pasión por la belleza

El encuentro de Maria Galland de la mano de Maria León en Sevilla ha sido de nuevo una experiencia inolvidable que sumar al día a día de este trabajo que tanto me apasiona.

Como bien nos ha recordado María León, Énergie de Beauté, es como llamó María Galland a la energía interior que refleja la belleza de cada persona en cada etapa de su vida y cuya clave, a cualquier edad, es el equilibrio entre el bienestar físico y mental de la persona. María Galland definió la belleza así: “La belleza significa sentirse bien en la propia piel, estar en armonía con uno mismo a nivel físico y mental”.   Una idea, de perspectiva holística que revolucionó el mundo de la cosmética de los 60. Ella quiso potenciar esa belleza interior e individual de cada persona a través de diferentes tratamientos personalizados. Y eso es algo en lo que llevo creyendo toda mi vida y poniéndolo en práctica en nuestros centros. Por eso, cuando me preguntan, ¿cómo definiría la belleza?, lo primero que siempre recuerdo es que no hay belleza exterior sin belleza interior. Es una máxima que practico desde mis comienzos. Si no somos felices, si no encontramos nuestro propio equilibrio, no podemos obtener los mismos resultados. Lo mismo pasa con el estrés y con la vida frenética que llevamos. Por eso, nuestro primer objetivo cuando alguien se pone en nuestras manos es crear un espacio de relajación y bienestar, de cuidados personalizados, que le hagan sentir única. Ese momento es suyo y así lo debe sentir. Si se sienten bien por dentro, se reflejará en el estado y en la salud de su piel. 

Es más, siempre he creído y defendido por esta razón la belleza holística. Es un concepto que no existía en España cuando empecé y podría decir que “eduqué” desde un punto de vista cariñoso a mis clientes para que aprendieran a valorar la sensorialidad de nuestros tratamientos y de las fórmulas de cada cosmético. Sentía que, cuando se tumbaban no conseguían relajarse, comenzaban a hablar y el resultado no era el mismo. Por eso decidí iluminar de manera tenue, con velas, a poner música relajante y a jugar con los aromas. Es fundamental la asociación que hacemos cuando disfrutamos de una experiencia y nos deja ese recuerdo evocador que viene ligado a un aroma, a unas sensaciones, incluso a la intensidad de luz empleada. Todo suma a la hora de acostumbrar a nuestros sentidos a reconocer que están entrando en un espacio dedicado al bienestar absoluto. Y la fórmula parece que gustó porque hoy día quienes se ponen en nuestras manos siguen buscando en nuestra manera de entender la belleza un bienestar general que se ve y se siente más allá del espejo.   Y como también decía Maria Galland, las necesidades de la piel son tan únicas como cada persona. Y es muy importante tener en cuenta también las etapas que pasamos en nuestra vida.  

¿Qué cuidados son fundamentales en cada etapa?

  A los 30, buscar principios activos que te ayuden a combatir los signos de envejecimiento. Por un lado son claves aquellos que nos ayuden a activar y potenciar la regeneración de la piel durante la noche y para contrarrestar al deshidratación. Vitamina E que es un gran antioxidante y neutralizante de los radicales libres. Y un error muy típico a esta edad es no usar contorno de ojos. Es fundamental usarlo y también aprender a aplicarlo. Nunca lo hagas hacia la zona interior de los párpados para evitar cualquier tipo de irritación. Debes hacerlo siempre sobre el hueso periorbital, y en la dirección que marca el recorrido entre el lagrimal y hacia el exterior y en la parte superior siguiendo también la línea del hueso.   A los 40, es el momento de prevenir y potenciar. Ya no es suficiente con el uso de una crema. Necesitas sueros y ampollas que den energía a tu piel y hagan diana allí donde más lo necesites. En la zona de ojos un contorno de ojos con Vitamina K te ayudará a mantener esta zona bajo control. Reduce hematomas, previene, corrige, y activa la microcirculación y es el momento de emplear principios activos que nos hagan recuperar el volumen y la densidad de la piel. El ácido hialurónico será uno de tus imprescindibles. También empezar a utilizar antioxidantes. Neutralizan los radicales libres, unifican tono y aportan vitalidad. Por la mañana te recomiendo la vitamina C, magnífico antiedad y ácido ferúlico para proteger la capa dérmica. Por la noche, un suero con resveratrol reforzará las defensas naturales y reducirá los signos de envejecimiento acentuados por el sol.   A los 50 no te saltes tu rutina de día y noche. En invierno después de aplicar un contorno de ojos que hidrate y combate bolsas y ojeras, recuerda que el retinol es un imprescindible por la noche a la hora de conseguir ralentizar el envejecimiento a estas edades. Déjate aconsejar por un experto antes de elegir el más adecuado y aprende a incorporarlo de manera paulatina en tu rutina. En verano sustituye el resveratrol por un suero DMAE, y una crema regenerante. Y no te olvides de cuello y escote, mejor utiliza cosméticos específicos que activen la síntesis de colágeno y elastina, y nos ayuden a recuperar los volúmenes perdidos. Durante el día, en invierno, por la mañana después de limpiar y aplicar tónico, imprescindible el uso de un contorno de ojos que hidrate, difumine patas de gallo y mantenga a raya bolsas y ojeras. Aplica un sérum que haga diana allí donde más lo necesites antes de tu crema. Los péptidos son magníficos aliados a esta edad ya que regeneran, restauran y potencian la creación de colágeno y elastina. A continuación una crema que te ayude a recuperar el volumen y la densidad de la piel. El ácido hialurónico será uno de tus imprescindibles. Ideal si además está enriquecida con Vitamina C o Resveratrol. Además de eliminar toxinas estarás mejorando visiblemente la luz de tu piel, reforzará las defensas naturales y reducirá los signos de envejecimiento acentuados por el sol. Y, por supuesto, no salgas de casa sin la protección solar en cualquier momento del año. En verano no te olvides de los antioxidantes y una crema ligera, siempre acabando con la protección solar. Y una buena cura durante el fin de semana, es el momento de las mascarillas y de las curas con ampollas de soja, ricas en vitaminas y minerales, perfecta para dejar nuestra piel firme e hidratada. Y ojo a zona de cuello y escote.  

¿Y durante la menopausia?¿Qué cuidados son fundamentales en esta etapa?

  Una correcta higiene facial. Con mucho cuidado de utilizar los productos adecuados para no alterar la barrera hidrolipídica. Productos antioxidantes, como la Vitamina C, E, o ácido ferúlico y retinoides durante la noche. Bien hidratada, por dentro y por fuera. Es conveniente ingerir diariamente al menos un litro de agua, y hay que utilizar un cosmético hidratante tras el baño. Protección ante la radiación solar. Sabemos que es saludable de manera controlada pero su exceso, por la memoria que tiene la piel, causa la mayoría de los signos cutáneos de envejecimiento. Y utilizar fotoprotectores. Alimentación equilibrada: Rica en proteínas, antioxidantes y pobre en un exceso de carbohidratos. Es esencial evitar el sobrepeso y limitar el alcohol y el tabaco.   Si hay una línea que impulsa la belleza en esta etapa, esa es la línea “MILLE” de María Galland. Y yo estoy enamorada de esta línea. Ya sabéis la relación tan especial que siempre nos ha unido a Maria Galland y a mí. Pero en concreto la línea MILLE ha supuesto un plus extraordinario con el que han alcanzado la excelencia. La trufa blanca, y los péptidos antiedad consiguen la sinergia perfecta para reestructurar y preservar la juventud de la piel. El oro de 24 kilates se encarga de aportarle el toque sublime regalando al rostro la luz que la edad se empeña en restar. Su tecnología cosmética de alto rendimiento corrige todos los signos visibles del envejecimiento para revelar una piel perfecta. El oro coloidal de 24 quilates, hace que la piel luzca más sana y joven, además de transportar otros ingredientes activos a mayor profundidad para energizar y aportar luminosidad. Y la trufa blanca es rica en aminoácidos, minerales y oligoelementos, perfecta para reequilibrar, alisar e hidratar intensamente la piel. [/et_pb_text][/et_pb_column] [/et_pb_row] [/et_pb_section]