No son pocas las consecuencias que el estrés provoca sobre tu piel. Daña su barrera natural y hace que se vuelva seca y apagada. Y es en la década de los 30 cuando empezamos a sentir sus estragos: falta de luminosidad, la aparición de las primeras arrugas, la deshidratación, el tono irregular de la piel, y el cansancio reflejado en el contorno de ojos.
No debes olvidar, además que, a partir de los 20, se produce una ralentización de la regeneración celular, algo que empieza a ser visible desde los 25 en adelante. Si a eso añadimos el tipo de vida que llevamos, la alimentación a deshoras, el exceso a la exposición solar, la genética, y las hormonas, las consecuencias se verán pronto reflejadas en tu piel.
¿Cómo podemos combatir el efecto del estrés en la piel?
Desde Carmen Navarro y siguiendo en la misma línea fomentada por María Galland desde sus orígenes se busca una solución de belleza única en integral 360º ofreciendo resultados científicamente probados y que consigue dar respuestas para lograr una piel renovada, suave y luminosa.
Con el tratamiento facial de luminosidad LUMIN’ÉCLAT tratamos los primeros signos del envejecimiento con rutinas de belleza efectivas, de día y de noche, con el único objetivo de conseguir ese aspecto rejuvenecido que tanto favorece a las mujeres que llevan una vida activa y en la que deben compaginar todas las facetas que una mujer del siglo XXI tiene incluidas en su agenda diaria.
Es fundamental el trabajo que hacemos en cabina pero no debemos olvidar los cuidados en casa. Trabajamos en equipo para que tu piel luzca joven y luminosa. ¿Cómo lo conseguimos? En primer lugar realizando un diagnóstico certero y personalizado que nos indique el protocolo a seguir para tratar las carencias y necesidades de cada piel.
En los centros contamos con RÉVÉLATION LUMIÈRE DE JEUNESSE que revitaliza de manera instantánea las pieles cansadas, con falta de tono y aspecto apagado, consiguiendo mejorar su luminosidad y la juventud de la piel. Es tan eficaz como un buen sueño nocturno.
Y algo fundamental: no olvides acompañarlo de un programa de life balance hecho a medida para afrontar los desafíos relacionados con el estilo de vida y que tanto afectan a la salud de nuestra piel.