Tanto si vas como si vuelves de vacaciones, como si estás a punto de empezarlas, hay algo que no puedes olvidar: agenda un peeling corporal. A la vuelta porque nuestra piel ha sufrido los efectos de la exposición solar, tiene manchas, y su tono es apagado. Y para iniciarlas, porque resetear y empezar de cero siempre beneficia a la salud de tu piel. Pero en este caso, ¡atención! no debes exponerte al sol de manera inmediata.
¿Por qué es tan importante hacerte un peeling corporal?
1. El mejor antiedad. Elimina células muertas provocando la regeneración. No olvides que, cuando somos jóvenes, la regeneración celular es muy rápida, pero con los años se ralentiza. A eso debemos sumar la edad, la deshidratación, y el estrés… que hacen aún más lento ese proceso. Si eliminamos células muertas ayudamos a que nuestro organismo, nuestra piel, genere nuevas células, y, en definitiva, conseguimos ese aspecto rejuvenecido que habíamos perdido.
El ciclo natural de regeneración de nuestra piel es el siguiente: produce nuevas células y va dejando en la superficie las células muertas que elimina de manera natural cada 28 días (algo que en las pieles maduras que, como ya hemos comentado, se ralentiza). Pero si ayudamos con una buena exfoliación estaremos eliminando impurezas y consiguiendo una serie de beneficios que darán salud a nuestra piel.
2. Libera y deja respirar a nuestra piel. El uso diario de la protección solar nos obliga a ser más cuidadosos. Se hace necesario exfoliar ya que tenemos los poros ocultos durante horas por las cremas que nos protegen de las radiaciones. Por eso es perfecto realizar un peeling, y mejor con exfoliantes de acción enzimática, que consigan limpiar, eliminar toxinas y además nutrir. Si realizamos exfoliantes suaves será bueno para nuestra piel y también conseguiremos prolongar el bronceado.
Normalmente en cuerpo, una vez a la semana es suficiente y solo cuando es necesaria y en facial dependiendo del tipo de piel. Una piel gruesa, una vez por semana, pero con piel sensible solo enzimáticos y no tan a menudo.
3. Recupera la elasticidad, suavidad y luminosidad de nuestra piel. No olvidemos que es antiaging magnífico y es la mejor manera de que los cosméticos y los principios activos que apliquemos posteriormente penetren a la perfección. Aplicar, por ejemplo, un anticelulítico o un cosmético para reducir estrías, sin haber hecho una exfoliación previa no tendría sentido.
4. Matiza, unifica y elimina manchas. Algo clave no solo para la salud de tu piel sino también para lucir espléndida a la vuelta de las vacaciones. Tu bronceado, además, se prolongará en el tiempo, pero con la luminosidad que aporta la juventud deseada.
5. Facilita el proceso de formación de nuevas células, regenera y oxigena, permitiendo que nuestra piel respire sin ninguna obstrucción. Activamos también la circulación consiguiendo reactivar la epidermis y facilitar el proceso de formación de nuevas células. Regeneramos y oxigenamos, permitiendo que nuestra piel respire sin ninguna obstrucción. Y, por supuesto, aumentamos la producción de colágeno y reducimos las arrugas de expresión -especialmente cuando empleamos exfoliantes con hidroxiácidos o ácidos cosméticos-.
Y todo esto sin olvidar que gracias a una exfoliación profunda dejamos la piel preparada para cualquier tratamiento que realicemos posteriormente. Recomendamos tratamientos que además de exfoliar, traten e hidraten posteriormente y en el caso de los corporales complementarlos con tratamiento o masaje que active la circulación y nos ayude a combatir los estragos del verano.
