La importancia de las manos en los tratamientos de belleza
Las manos en Carmen Navarro son nuestra seña de identidad. Quiénes acuden a nuestros centros lo saben. Reclaman algo más que un servicio de belleza o un tratamiento facial o corporal, vienen buscando ese plus que solo puedes conseguir con la destreza de unas manos profesionales.

Y es cierto que la vuelta a las terapias manuales es un hecho evidente. Algo que en mis centros siempre hemos defendido y practicado desde mis comienzos hace ya 46 años. De hecho los resultados con terapias manuales tienen un aporte de energía y bienestar imposible con una máquina. Con las manos, con el contacto, escuchas y percibes las sensaciones.

Y transmites, por lo que, emocionalmente, consigues un efecto de bienestar inmediato. En nuestros centros tenemos clientes que llevan años pidiendo solo este tipo de terapias y cuyos resultados en la piel son impresionantes. Sin olvidar además que conseguimos recolocar pómulos y óvalo facial con tratamientos como nuestros majases de remonte. Quiénes acuden semanalmente y se realizan este tipo de terapias se mantienen jóvenes de una manera muy natural y además saludable.
Incluso cuando trabajamos con aparatología, en nuestros centros el toque especial lo aportan siempre las manos de nuestras profesionales. Cuando las manos son buenas el cliente se relaja, se entrega, y el resultado es siempre mejor porque fluye la energía y los efectos del masaje se reflejan a nivel corporal y/o facial. Las máquinas provocan una tensión inicial y aunque trabajan a nivel más profundo, solo si se liberan esas tensiones con un masaje manual se consiguen grandes resultados. Hay que resetear para poder trabajar. Es lo que conseguimos con nuestro Reset Massage.

Por eso, en el caso de aquellas personas que reclaman aparatología o que tienen poco tiempo o vienen solo de manera puntual, en esos casos la combinación entre máquinas y manos es la clave. Si esa persona está cansada y estresada no sirve de nada una máquina habrá que darle un masaje para relajarla y llegar con las manos donde no se llega con la máquina.
Con las manos se perciben sensaciones, escuchas el cuerpo, sientes las tensiones y tus manos van hacia esa zona y resuelven, desfibrosan tanto cuerpo como cara. El resultado es muy satisfactorio y la sensación de bienestar en quien lo recibe, absoluta. La conclusión solo puede ser una: las manos son nuestra carta de presentación en Carmen Navarro. Un antes y un después en un tratamiento de belleza.
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