Es una de las principales consultas en nuestros centros. Podríamos decir que en muchos casos obsesionan más los poros dilatados que las arrugas. Pero tranquilos, los especialistas estamos para mejorar el aspecto de vuestra piel y por eso hoy quiero contaros todo lo que siempre has querido saber sobre poros dilatados.
1.No se pueden cerrar. Es una de las preguntas que más a menudo nos hacéis. En realidad no se pueden cerrar porque tienen una misión. A través de estos folículos, las glándulas sebáceas tienen su vía de escape y permiten la salida natural del sebo que nos ayuda mantener hidratada la piel. Eso no quiere decir que los poros excesivamente dilatados no puedan mejorar su estado.
2. No intentes taparlos. De hecho el exceso de maquillaje solo puede empeorar la situación. Los productos oclusivos ensucian e impiden la oxigenación natural de la piel. Busca productos especiales con texturas apropiadas y con fórmulas oil-free.
3. No te dejes engañar por el efecto verano sobre tu piel. Cuando tomamos baños de sol las pieles grasas experimentan un momento mágico reduciendo la presencia de brotes de acné, pero nada más alejado de la realidad. La radiación solar tienen un efecto antibacteriano que ayuda a secar pero, por otro lado, es la época del año en la empeora la salud de nuestra piel y, por lo tanto, el aspecto de los poros. ¿Los motivos? el uso de algunos protectores solares excesivamente oclusivos y el exceso de sudoración.
4. Son varios los factores que influyen en su aspecto. El primero, la genética y es, a partir de los 15 años, cuando mejor se aprecia su evolución. El segundo, el envejecimiento, porque reduce la elasticidad de la piel y empeora su aspecto. Pero tampoco debemos olvidar que los hábitos diarios, el tabaco, la mala alimentación y factores como la contaminación, también influyen. No olvides que los alimentos y las bebidas azucaradas así como las dietas que abusan de comidas procesadas son enemigos de una piel sana.
5. Las zonas favoritas de los poros dilatados son frente, barbilla y nariz. Y son más visibles en pieles grasas. Se dilatan porque, especialmente en la pubertad, las hormonas, que están en su momento de máxima actividad, incrementan la producción de sebo y, como consecuencia, se multiplica el acné. Los poros dilatados se convierten entonces en un espacio ideal para que espinillas y puntos negros se asienten.
6. Nunca hagas caso de cosméticos que prometen cerrar los poros. Como ya hemos contado, no se pueden cerrar, pero sí podemos mejorar su aspecto. ¿Cómo? En primer lugar dejándote asesorar por voces expertas. Y en este caso la disciplina es clave ya que requiere un tiempo diario de dedicación a tu piel combinado, siempre, con tratamientos en cabina.
7. En casa es clave emplear productos que limpien la piel y favorezcan la renovación. La exfoliación es fundamental ya que nos ayuda a eliminar esa obstrucción y a mantener bajo control la secreción. Como principios activos más frecuentes, los alfahidroxiácidos por su poder exfoliante, el ácido salicílico que nos ayuda a mantener a raya la secreción, y los retinoides como renovadores y magníficos antiedad. Por supuesto, la protección solar es imprescindible para cuidar la salud de tu piel y para mejorar, por tanto, el aspecto de los poros.
8. Durante tu actividad deportiva, debes prestar especial atención. Lo más importante: limpiar la cara antes y después de hacer deporte. Necesitas liberar los poros, y no solo cuando te maquillas. Tenemos que eliminar los restos de impurezas y toxinas empleando un producto apropiado para tu piel. Como consejo, no emplees ningún producto que deshidrate demasiado. No olvides tampoco que nuestra piel no deja de segregar y eliminar toxinas a través del folículo pilosebáceo y solo una buena limpieza, puede mantener nuestra piel en buenas condiciones a la hora de hacer deporte pero también al finalizar.
9. En cabina, después de realizar un diagnóstico detallado y personalizado, se establecen los protocolos más adecuados. Entre los más acertados, los peelings enzimáticos, ideales también en pieles sensibles. Son más suaves y sin partículas por lo que realizan una exfoliación suave. Se encargan de eliminar las células muertas de la piel en la superficie y nos ayudan a recuperar su aspecto radiante. Trabajan eliminando las células muertas gracias al uso de enzimas que no alteran la epidermis. Descomponen las impurezas y liberan los poros. Dentro de ellos contamos con los peeling intensivos que combinan las enzimas, los ácidos frutales y el ácido glicólico. Su efecto queratolítico es mayor, consiguiendo afinar poros, mejorando la renovación celular y estimulando la síntesis natural del colágeno. El ácido glicólico, con sus propiedades exfoliantes, suaviza la piel y afina los poros. Apto para pieles con el estrato córneo más grueso, con marcas de acné, cicatrices. En estos casos los peeling afinan y devuelven la suavidad a la piel. También funcionan aquellos que nos ayudan a estimular la producción de colágeno. Son especialmente eficaces en pieles más envejecidas. La Luz pulsada mejora su apariencia de manera muy sensible, o el láser fraccionado gracias a que trabaja en las capas más profundas, estimulando el colágeno y dando uniformidad a la piel.
10. Como último tratamiento estrella PRX-T33, se trata de un auténtico revitalizador facial que no elimina capas de la dermis ni requiere infiltraciones con microinyecciones, por lo que es poco intrusivo y nos ofrece grandes resultados. Se infusiona en la piel en forma de cóctel de vitaminas con un combinado de TCA, es decir, ácido tricloroacético, agua oxigenada y ácido kójico. Como resultado, se estimulan los fibroblastos y factores de crecimiento sin dañar la piel. No solo mantiene a raya los poros dilatados, y todas las consecuencias que provoca el acné, también reduce cicatrices, unifica y proporciona un aspecto firme y luminoso a la piel.