El valor del pH es más importante de lo que creemos, en primer lugar porque es fundamental para que muchos de los procesos celulares se desarrollen y para que las enzimas se pongan a funcionar. Y ese proceso empieza con la limpieza facial. Por eso es clave que elijas bien los productos que empleas al hacerlo. ¿Quieres conocer los motivos por los que debemos elegir cosméticos limpiadores con pH bajo?
- Para que nuestra piel fabrique «soldaditos protectores». La barrera que protege nuestra piel formada por lípidos, entre ellos cerámidas, se encarga de protegernos. Y es muy importante saber que las enzimas que se encargan de formar ceramidas cutáneas necesitan un pH alrededor de 5 para poder trabajar bien. Lo ideal es que tengan un pH superior a 3,5 pero inferior a 7. No olvides que si empleas productos excesivamente ácidos puedes provocar trastornos en tu piel hasta el punto de alternar sus mecanismos de defensa.
- Para luchar contra mimicroorganismos, contaminantes y los rayos ultravioleta. Los limpiadores que tienen un Ph alrededor de 5 como no eliminan el manto ácido, protegen la epidermis de todas estas agresiones pero algo más.
- STOP a la pérdida de agua y al envejecimiento prematuro. En el caso de las pieles sensibles agradecen el uso de aceites, leches limpiadoras… Huye de fórmulas con jabón jabones que contienen un pH alto y provocan irritaciones y resecan aún más la piel. Es algo que también nos pasa, por ejemplo, cuando empleamos lavavajillas como jabón de manos, nuestras manos lo sufren por lo que aconsejamos evitarlo.
- Evita el desarrollo de enfermedades de la piel. Hay estudios que confirman que la piel con valores de pH por debajo de 5 está en mejores condiciones que la que tiene valores superiores a 5. Especialmente en niveles de hidratación y composición de la flora bacteriana. No olvides que, tal y como hemos comentado anteriormente, el manto ácido protege la piel de bacterias, hongos, virus y contaminantes ambientales y no solo eso, la mantiene suave y flexible. Es fundamental también para preservar mantener la humedad y las bacterias saludables que viven en nuestra piel. De esta manera evitamos bacterias que pueden desarrollar acné, rosácea, dermatitis, incluso psoriasis.
- Descamación bajo control. El pH elevado activa el proceso de descamación de la piel. Puede, además de deshidratar en exceso, provocar inflamación, dermatitis atópica, foliculitis…
Por último no olvides del tónico. Es el cosmético perfecto para equilibrar el pH. Una de sus misiones claves es cerrar el poro y por lo tanto equilibrar. No olvides que nuestra piel es ácida (entre 4, 5,5 y a veces incluso 3). Por eso, si empleamos sustancias alcalinas podemos dañarla al eliminar las enzimas necesarias de la piel, sebo, y podemos dejar la desprotegida indefensa y sensibilizada ante cualquier agresión externa. Por eso es tan importante realizar la fase de limpieza facial con los productos adecuados.