Lo primero que debemos hacer es preparar la piel antes de la exposición solar. Para eso es clave realizar un peeling profesional que nos ayuda a eliminar células muertas, a que nuestra piel respire y se oxigene mucho mejor. El principal objetivo es ayudar a la piel a desprenderse de las células muertas que se adhieren a su superficie y facilitar que las más jóvenes luzcan con toda su energía. Mejor realizarlo al menos 8 días antes de la exposición solar para que se recupere el manto hidrolipídico de la piel antes de exponernos a las radiaciones solares.
Dentro de esa fase inicial emplea también en casa productos que te ayuden a preparar la piel y a potenciar de manera paralela el bronceado. Es el caso de Bronz Impulse de Esthederm. Se trata de un spray, facial y corporal, que no solo prepara, también optimiza y prolonga el bronceado, reforzando las defensas naturales y evitando el fotoenvejecimiento. Especialmente clave en aquellas pieles frágiles y sensibles, incluso aquellas que se resisten a broncearse. Si lo aplicamos unos quince días antes de irnos de vacaciones, estaremos reforzando la resistencia al sol y preparando la piel para fortalecerla frente al eritema.
Clave también mantener la hidratación óptima de la piel. Durante la exposición, las reglas de oro son sobradamente conocidas: fotoprotección solar continua y uso de lociones para después del sol que contengan principios activos calmantes, nutritivos e, incluso, agentes prolongadores del bronceado. ¿Y después? Nada mejor que realizar de nuevo un peeling global, y un tratamiento de choque que repare los estragos y resetee la epidermis. Además, puedes ayudarte de la nutricosmética solar, que aporta los oligoelementos que la piel necesita para elevar y mantener las defensas solares; incluso, existen ya cápsulas que tienen un suave efecto autobronceador. Y no olvides, que 30 minutos diarios de exposición solar, aunque ya estés de vuelta de tus vacaciones, siguen estimulando a los melanocitos para producir melanina, el codiciado pigmento dorado.
Evidentemente, clave, seguir siempre los consejos de los profesionales a la hora de elegir la cosmética más adecuada para cada tipo de piel y para el antes, el durante y el después de la exposición solar.