Evita pasar por el quirófano y rejuvenece tu piel gracias a la evolución de la ciencia
Conseguir los resultados de un lifting sin pasar por quirófano es una de las máximas aspiraciones de las personas que se ponen en las manos de Carmen Navarro. Pero ¿cómo es posible? nos preguntan cuándo ven en las revistas las caras de famosos que pasan por nuestros centros y mantienen sus rasgos perfectos pero sin ausencias prolongadas ni cambios drásticos. Parece difícil que una piel recupere lozanía, disuelva ojeras, elimine arrugas y se muestre con una apariencia de 20 años menos sin cirugía. Pero no es difícil ni imposible. La tecnología ha evolucionado hasta tal punto que ya son muchos los que se suman a la moda de cero riesgo y cero estrés. Porque tomar la decisión de someterse a una cirugía no es algo insustancial. Y la ciencia ha avanzado tanto que ya nos permite encontrar en los centros de belleza alternativas que nos proporcionan resultados de impacto y con un plus nada despreciable: el de resultar placenteras.
Parte de la magia con la que se consiguen estos resultados se la debemos a la investigación espacial y militar. Sus avances se aplican en medicina y en estética y la combinación de sus tecnologías es la clave. En Carmen Navarro aplican su propio I+D hasta conseguir los efectos más óptimos en la piel sin cirugía. Y los mejores resultados los acaban de lograr combinando una tecnología revolucionaria. Por un lado, una radiofrecuencia 3D, que provoca un calentamiento rápido del tejido generando colágeno y elastina en cuello, óvalo facial, papada… Por otro, empleando una nueva generación de ultrasonidos UltraSpeed que emiten ondas guiadas. Calientan el tejido en el que queremos hacer diana y consiguen acelerar el metabolismo de las células grasas, disminuyendo su tamaño. Realmente eficaz para aquellos casos, por ejemplo, de papada persistente. Logran acabar con esa grasa acumulada y el calor se encarga, posteriormente, de contraer las fibras existentes y estimular la formación de nuevo colágeno. El efecto tensor queda asegurado. Lo mismo ocurre si se trata de eliminar el código de barras o difuminar las arrugas del rictus. Y lo que es también importante, previene su aparición.
Conseguir Lifting sin cirugía
Otro de los secretos de este lifting sin cirugía, y que es ya una auténtica revolución, tiene que ver con el metal más preciado: el oro. El efecto revival de impacto se consigue con microagujas de oro que eliminan marcas de acné, reducen arrugas y atacan la flacidez de una sola pasada. Generan un efecto térmico de tal calibre que reactivan la producción natural de colágeno de la piel, contraen el tejido y lo estiran después. Y algo que también les encanta a celebrities, empresarios y políticos que lo han probado es que no necesitan paralizar sus agendas para poder lucir más jóvenes y lozanos. No necesitan tiempo de recuperación y nadie nota al salir del centro que se han sometido a ningún tipo de tratamiento. El efecto “guauuu” es de impacto pero respetando los rasgos, la personalidad y las facciones de cada uno. El aporte de oxígeno que necesitamos a partir de determinada edad está asegurado. Y, además si se trata de un rostro con bolsas y ojeras, con su efecto drenante elimina líquidos y toxinas. En definitiva, consigue uno de los principales retos a los que nos enfrentamos: que los años no se reflejen en nuestra piel. Y no olvidemos que ya no vale todo. Una de las prioridades es mantener la naturalidad y los rasgos personales.
¿Cómo lo conseguimos?
Poniendo en práctica el “envejecimiento dirigido”, pero sin cirugía. De esta forma, se corrigen los estragos que el tiempo provoca en la piel, incluso dando un paso más, podemos adelantarnos a ellos, pero de manera sosegada, sin obsesionarnos. Atrás quedaron los tiempos de los lifting agresivos. Ni tiempo de recuperación, ni moratones ni traumas de ningún tipo. Ahora es cuestión de parar una hora, relajarte mientras tu piel trabaja y se estimula, y seguir con el tacón puesto y el maletín en la mano. Las 3 R están aseguradas: rejuvenecer, regenerar y reafirmar. Y añadiendo una R más, retrasar el envejecimiento, una de nuestras grandes batallas hoy día: envejecer con elegancia.