Es una de las principales preocupaciones dermatológicas en la adolescencia. De hecho el acné afecta en esta etapa en algún momento al 80% de los adolescentes y se convierte en una de sus consultas más frecuentes en nuestros centros. Pero si además hay algo que debemos destacar es que no solo afecta a la salud de la piel, sino que también influye directamente en la autoestima de los jóvenes que lo padecen. La buena noticia es que, siguiendo una rutina y poniéndote en manos profesionales, podrás mantener estos brotes de acné bajo control.
Lo primero que debes saber es que las causas del acné son varias. Entre las principales están los desequilibrios hormonales provocados por la edad, la tensión emocional, el estrés, incluso el trabajo que se desempeñe. Y por eso, afecta también a edades más adultas, un acné del que hablaremos también en próximas publicaciones.
Como el acné adolescente es el más común, y quizás el que más afecta a nivel psicológico, empezaremos por centrarnos en él.
Consejos para controlar los brotes de acné adolescente
1. ¿Cómo debe ser la limpieza facial? Mañana y noche, sin friccionar ni presionar para evitar extender la bacteria del acné y dañar aún más la piel. Desde edades tempranas debemos empezar a cuidar nuestra rutina de higiene facial, y por eso, aunque nunca te maquilles, tienes que limpiar tu rostro cuando te levantes y antes de acostarte. Los productos que debes emplear deben ser siempre prescritos por profesionales. Si no lo haces puedes agravar y extender el acné.
2. No olvides protegerte del sol, algo muy frecuente en esta etapa. Solo así evitaras que las marcas del acné se transformen en manchas. Es común que olvidemos aplicar la protección solar especialmente a estas edades. Si no lo haces, corres el riesgo de acabar con la piel salpicada de manchas.
3. No caigas en la tentación de tocar los granos ni los puntos negros. Seguro que te ha pasado en más de una ocasión. Estarás provocando que los gérmenes y bacterias penetren más profundamente en tu piel. Y la consecuencia directa, además de dolor, y enrojecimiento, es que puedes provocarte una infección. Sin obviar que, finalmente, quedará como desagradable recuerdo una cicatriz.
4. Si te maquillas, utiliza solo productos adecuados para el acné y siempre libres de aceites. La elección de este tipo de cosméticos es clave. Mejor si no abusas del maquillaje pero si finalmente lo empleas, déjate aconsejar. Y retira cualquier resto al llegar a casa.
5. Renueva las mascarillas con frecuencia. No olvides que, con el uso actual de las mascarillas, la barrera hidrolipídica se daña desapareciendo el escudo protector que nos protege de los daños externos. Esa barrera es esencial para mantener el nivel óptimo de hidratación, y protegernos. Realiza tres funciones: atrapa las moléculas de agua, evita que los agentes químicos penetren en la piel y mantiene los factores de hidratación natural.
¿Y en cabina?
Es fundamental tratar el acné adolescente con un protocolo que recupere y restaure la funcionalidad celular de la piel, que intensifique el metabolismo celular, y provoque la formación de nuevo tejido. Es lo que conseguimos con Neoderma. Actúa a nivel intradérmico consiguiendo resultados en pieles asfixiadas, con manchas, cicatrices o acné. Gracias al Bio-peeling con el que trabaja acelera del proceso de regeneración, los cambios fisiológicos de la epidermis se aceleran y conseguimos oxigenar e hidratar aplicando extractos naturales de plantas, algas, y hierbas que mejoran la circulación y estimulan la renovación celular particularmente en su nivel de queratina. La luz led azul (antibacteriana) se encarga de activar el proceso de renovación celular y mejora la textura de la piel en profundidad. Con una mascarilla calmante finalizamos el tratamiento. Debemos hacerlo una vez a la semana durante un mes y los resultados se aprecian desde la primera sesión de 70 minutos.